¿Qué es una prueba de detector de mentiras? Todo lo que necesitas saber

A prueba del detector de mentiras es una prueba que se utiliza para tratar de establecer si una persona está diciendo la verdad o si está mintiendo. Algunas personas lo llaman prueba de polígrafo. La prueba se basa en el principio general de que ciertos ocurren cambios fisiológicos en el cuerpo de una persona cuando esa persona está mintiendo.





  • El principio detrás de la idea

    La idea detrás del uso de estos detectores es que la tasa o velocidad a la que ocurren ciertas funciones fisiológicas cuando una persona está mintiendo es diferente de la tasa a la que ocurren cuando la persona no está mintiendo. Estas funciones o procesos fisiológicos son la frecuencia respiratoria, la conductividad de la piel, la presión arterial y los latidos del corazón o la frecuencia del pulso. La suposición es que si una persona miente, su tasa se desvía de la normal.

  • ¿Cómo se realizan las pruebas?

    Los exámenes se utilizan en muchos países, entre los que se incluyen EE. UU., Rusia, Sudáfrica, Japón y muchos otros. La forma en que se hace en los diferentes países sigue las mismas pautas generales y la tecnología utilizada es básicamente similar. Lo primero que se hace es que el sujeto evaluado se somete a una entrevista previa a la prueba que dura aproximadamente de 20 a 40 minutos. El objetivo es ayudar a preparar al sujeto sobre las preguntas que se van a formular y también se supone que debe ayudar al sujeto a relajarse. Para ayudar aún más al sujeto a relajarse, se le da una breve prueba de práctica sobre el tema general. El entrevistador explica al sujeto cómo se va a realizar la prueba en sí. Luego, el sujeto se conecta a la máquina. La frecuencia respiratoria se mide mediante neumografías envueltas alrededor del pecho. La frecuencia del pulso se mide con un manguito de presión arterial. Los niveles de conductividad de la piel se miden mediante electrodos colocados en las yemas de los dedos. Si las respuestas a las preguntas reales producen mayores cambios fisiológicos que las respuestas a las preguntas reales, se presume que el sujeto está mintiendo y viceversa.
  • ¿Para qué se usan?

    Diferentes países hacen diferentes usos de estas pruebas de polígrafo. En los Estados Unidos, los funcionarios de la ley como el FBI y la CIA utilizan las pruebas como una opción de interrogatorio para ayudarlos a establecer si un sospechoso está diciendo la verdad o mintiendo. Cuando algunos gobiernos seleccionan candidatos para altos cargos en departamentos que manejan información confidencial, utilizan la prueba del detector para asegurarse de que los candidatos brinden información precisa y veraz sobre sus antecedentes.

  • ¿Son precisos?

    Ahora bien, hay una cuestión que ha suscitado controversias desde el momento en que el prueba del detector de mentiras sí mismo fue inventado. Hay simpatizantes y opositores cuando se plantea la cuestión de su eficacia. Las evaluaciones realizadas por agencias forenses gubernamentales y otros científicos tienden a condenar las pruebas de polígrafo por no ser precisas. Otros opinan que los sujetos sofisticados pueden realmente 'engañar a las estúpidas máquinas' para que produzcan los resultados que ellos mismos desean. Otros señalan correctamente que, científicamente hablando, no es posible obtener respuestas fisiológicas asociadas con no decir la verdad y, por lo tanto, señalan que es una tontería considerarlo de alguna utilidad para distinguir entre mentirosos y contadores de la verdad.



  • ¿Qué tan confiable?

Según la Asociación Psicológica Estadounidense, muchos psicólogos descartan la idea misma de que las pruebas de polígrafo pueden considerarse una fuente confiable para detectar mentiras. El Consejo Nacional de Investigación hizo una observación interesante en 2002 cuando confirmaron que las pruebas de polígrafo parecen producir resultados más precisos cuando los sujetos que se someten a las pruebas no tienen idea del propósito o el motivo de la prueba.

Otros opositores al test del detector de mentiras dirigen sus ataques sobre el mismo principio en el que se basa, señalando que las respuestas fisiológicas que se atribuyen a la mentira podrían deberse a algo más, como el nerviosismo provocado por el ambiente en la sala de entrevistas. También señalan que no es razonable esperar que un sujeto perfectamente inocente al que se le acusa erróneamente de cometer un delito permanezca en perfecta calma cuando lo amarran a la máquina y lo bombardean con todas esas preguntas. El sujeto obviamente se sentirá nervioso y esto desencadenará esas respuestas fisiológicas que conducen a conclusiones completamente erróneas.

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