El secreto para vivir una vida más larga y saludable puede estar en la sangre y el ADN de los murciélagos

Mientras que los murciélagos y los humanos nos han brindado en la ficción una historia entretenida sobre la inmortalidad con los vampiros, una genetista está estudiando a los murciélagos porque cree que en realidad tienen la clave para que los humanos vivan vidas más largas y saludables.





Emma Teeling, investigadora de la University College Dublin, cree que los murciélagos guardan sus secretos en la sangre.

Actualmente está estudiando los murciélagos con orejas de ratón más longevos para ver si puede descubrir por qué su esperanza de vida es mucho mayor que la de otros animales de su tamaño, así como qué les impide enfermarse cuando contraen enfermedades como el ébola o los coronavirus.




Lo que llama la atención sobre los murciélagos es lo pequeños que son y lo normal que es en la naturaleza que los animales más pequeños tienen vidas más cortas.



Los murciélagos han evolucionado para tener una esperanza de vida más larga que ha ralentizado enormemente el envejecimiento.

Teeling se centra en los murciélagos que viven en escuelas e iglesias rurales en Bretaña, Francia. Envejecer a un murciélago es difícil, por lo que regresa allí todos los años cuando nacen los murciélagos para ponerles un microchip y tomar un poco de ala y sangre para estudiar en su laboratorio en Irlanda.

La forma en que ocurre el envejecimiento es que los telómeros se adhieren al extremo de los cromosomas dentro de las células como una tapa protectora y se acorta a medida que las células envejecen. Las células se autodestruyen o permanecen y envejecen, lo que ayuda en el proceso de envejecimiento.



Los murciélagos no envejecen porque los suyos no se acortan.

Los murciélagos pueden mejorar en la reparación del ADN a medida que envejecen y solucionar los problemas que ha causado estar vivo, mientras que los humanos hacen lo contrario.




El ADN de un murciélago tiene la capacidad de controlar cómo sus cuerpos y sistemas responden al COVID-19, donde los humanos no lo hacen y lo que los mata es el sistema inmunológico del cuerpo que se activa y los pone en un ventilador.

Teeling cree que si los humanos tuvieran el mismo perfil genético que los murciélagos, podrían hacer lo mismo.

El plazo original para completar el estudio era de diez años, pero a medida que más personas se interesan, se está ayudando a acelerar el proceso.


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