Los distritos escolares de Nueva York están dando la alarma sobre la propuesta de la gobernadora Kathy Hochul de poner fin a la disposición “Save Harmless”. Esta política ha protegido a los distritos de reducciones en la Ayuda de Fundación, asegurando una financiación estable año tras año. El cambio propuesto amenaza con deshacer el progreso logrado en los servicios e instalaciones educativos desde la Gran Recesión. Los superintendentes temen medidas drásticas, incluidos importantes aumentos de impuestos y recortes de personal, para compensar posibles pérdidas de financiación.
La gobernadora Hochul defiende el plan, citando la necesidad de ajustar la financiación en función de las realidades actuales, como la disminución de las poblaciones estudiantiles y los distritos que cuentan con reservas sustanciales. La administración sostiene que la fórmula de financiación de la educación del estado, que no se ha actualizado significativamente desde 2008, necesita revisión para reflejar las cifras de inscripción actuales y garantizar el uso eficiente del dinero de los contribuyentes. Esto se produce cuando el estado enfrenta una brecha presupuestaria de $4.3 mil millones.
Los educadores y líderes sindicales responden, argumentando que una simple reducción basada en el número de estudiantes pasa por alto las complejas realidades de administrar distritos escolares rurales y más pequeños. Abogan por una revisión integral de la fórmula de financiación para considerar el amplio espectro de costos que no disminuyen proporcionalmente con el número de estudiantes. El debate subraya el desafío de equilibrar la responsabilidad fiscal con la necesidad de mantener servicios educativos de calidad, especialmente en comunidades que dependen en gran medida de sus escuelas para una amplia gama de servicios más allá de la educación.
FingerLakes1.com recientemente se reunió con el superintendente de Auburn, Jeff Pirozzolo, en una amplia entrevista, en la que analizó la financiación estatal, así como una serie de otros temas que afectan a las escuelas de toda la región. En su opinión, el estado va por buen camino en el que en un futuro no muy lejano se necesitarán distritos escolares a nivel de condado. Esta realidad nace de la necesidad de brindar mejores resultados a los estudiantes a un costo más eficiente.