Estado de Nueva York restringe la venta de pastillas para adelgazar y suplementos para bajar de peso a niños

La gobernadora Kathy Hochul sancionó el jueves una nueva ley estatal que restringe la venta de pastillas para adelgazar sin receta y suplementos para bajar de peso a los menores de 18 años. Con esta medida, Nueva York se convierte en uno de los estados pioneros en imponer controles estrictos al creciente peso. industria de pérdidas por apuntar a menores. La legislación obliga a las empresas, incluidos los minoristas en línea, a establecer protocolos de verificación de edad para disuadir la venta de estos productos a niños. Los infractores podrían enfrentar repercusiones como una pausa en las ventas ordenada por el tribunal hasta que se establezca la verificación de la edad y multas de hasta 500 dólares por infracción. Otros estados, como Colorado, ya han instituido prohibiciones similares, y California contempla restricciones comparables.






Las preocupaciones que impulsan esta legislación son multifacéticas. Una cifra alarmante de 20 millones de mujeres y 10 millones de hombres en Estados Unidos luchan contra algún tipo de trastorno alimentario. Sólo Nueva York es testigo de cómo más de 1,7 millones de sus residentes (casi el 9%) enfrentan estos desafíos en algún momento de sus vidas. Estos trastornos cobran un alto costo, tanto emocional como económico, y le cuestan a Nueva York aproximadamente $3.9 mil millones al año en gastos médicos directos y pérdida de productividad. A nivel nacional, más de 10.000 muertes al año se atribuyen directamente a los trastornos alimentarios. Sumado a esto, algunas empresas han sido denunciadas por prácticas de marketing engañosas, como el uso de respaldos inventados de celebridades para impulsar las ventas de pastillas para adelgazar.

Si bien esta nueva ley restringe las soluciones de venta libre para bajar de peso, ha aumentado la demanda de medicamentos recetados regulados contra la obesidad. La afluencia de estos nuevos medicamentos al mercado viene acompañada de precios elevados, a menudo de más de 1.000 dólares mensuales por usuario. Estos costos han provocado debates sobre la asequibilidad y la cobertura de seguro a largo plazo. Además, una vez iniciados, estos medicamentos requieren un consumo indefinido para mantener los beneficios de pérdida de peso. Al mismo tiempo, directrices recientes de organismos médicos, como la Academia Estadounidense de Pediatría, abogan por tratamientos agresivos, e incluso sugieren medicamentos para niños de hasta 12 años en determinadas circunstancias.



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